Bueno, eso ya lo pensaron unos cuantos antes que tú. Precisamente ese es el único pecado que no tiene perdón: ser tan orgulloso como para dudar de la misericordia de Dios, pensar que Su Corazón no es tan grande como para perdonar tus pobres pecados. Sus mismos discípulos le traicionaron, Judas le vendió y Pedro le negó tres veces. Cuál fue la diferencia entre ellos dos? Pedro lloró amargamente y confió en su perdón, Judas no. El Señor se entrego por ti, pero no puede salvarte sin ti.
Puedes estar seguro, el Señor tiene poder para perdonar tus pecados. No importa lo grandes que sean, o que sean muchos... basta con que te arrepientas de corazón y te confieses. Porque el Sacrificio está hecho, Él cargó con todos nuestro pecados en la Cruz. Su sufrimiento no fue sólo físico, lo más doloroso fue cargar con todo el mal de los hombres cuando Él es el Único bueno.
Pídeselo como aquel leproso (Mc 1,40-42): "Señor, si quieres puedes limpiarme". Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Quiero, queda limpio".
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