No te preocupes demasiado por como debes decirlo. Si tu arrepentimiento es sincero las palabras saldrán solas, desde el corazón. No hace falta que prepares ningún discurso, lo que necesitas es sinceridad. Si hace mucho que no te confiesas y no sabes como empezar puedes decírselo abiertamente al sacerdote y él te ayudará.
Para preparate bien puedes hacer un examen de conciencia, intentando recordar todo lo que has hecho mal y te ha alejado del Señor. Hazlo despacio, sin prisas y en un sitio tranquilo. Aquí te pongo un enlace de ejemplo: Examen de conciencia >>>
Antes de confesarte también puedes rezar un momento ante el Sagrario. A mí siempre me ha ido muy bien y me ha dado el valor necesario. Allí verdaderamente está el Señor! Pídele perdón y la humildad necesaria para una buena confesión. Si no te acuerdas de rezar este video te puede servir:
Y después, sin miedo, ve a confesarte. Tu esperanza en el perdón del Señor debe vencer a la vergüenza. Un vez arrodillado di "Ave María Purísima", el sacerdote contestará "sin pecado concebida" y puedes comenzar: Padre, hace ...tanto tiempo... que no me confieso. He pecado contra ...la pureza, he cometido muchos actos impuros yo solo o con otra persona, he visto un montón de películas y páginas web obscenas... soy un desastre. Por ejemplo. Te recomiendo empezar por el pecado que más te cueste confesar y, una vez pasado ese momento, todo te parecerá más fácil. Además te darás cuenta de que el sacerdote no te trata como un apestado, sino que entiende tu tristeza y valora muchísimo tu arrepentimiento. Él sabe que si estás allí es porque el Señor quiere perdonarte!
No ocultes ningún pecado que recuerdes por vergüenza, porque entonces todo el esfuerzo no valdría para nada y además añadirías otra culpa a tu conciencia. Sé sincero y humilde, y llama a las cosas por su nombre. Atiende a los consejos que te dé el sacerdote y al final prepara tu corazón para el perdón: "Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Tus pecados han sido perdonados, vete en paz." Aunque esta frase la pronuncie el sacerdote... es el Señor quien te lo está diciendo.
Te levantarás de ese confesionario como si fueses otra persona. Ya lo verás! Con la sensación de que te han quitado un buen peso de encima y de que puedes comenzar de nuevo. Y también sentirás que tienes nuevas fuerzas para ser mejor, eso es la Gracia que vuelve a estar en ti. El sacerdote te habrá puesto una penitencia, normalmente alguna oración, y te habrá dicho si debes reparar algo (si insultaste o hablaste mal de alguien debes disculparte y arreglarlo, si has robado un banco tendrás que devolver el dinero y entregarte a la policia...)
Pero ya nada te podrá quitar la libertad, la alegría y la paz!
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